El Caganer es una empresa que ha crecido sobre unas bases familiares firmes, aprovechando la fuerza de dos generaciones para impulsarse y llegar hasta dónde es ahora. El 1992, Anna Maria Pla, ceramista y pessebrista, fundó la empresa y fue la impulsora y encargada de la producción, consciente que creaba una empresa de cariz familiar que en un futuro heredarían sus hijos, en Sergi y en Marco. En Sergi es quien se hace cargo de la parte comercial y gestiona la empresa, mientras que en Marco es quien se responsabiliza de la producción, puesto que es un artista que, aparte de confeccionar caganers, también se dedica profesionalmente al arte de la escultura.
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